Revista Clave de Sol. Un artículo de Rafa Martínez.
"Piensa que cuando los hermanos empiezan a doblar el lenguaje,
siempre expresan lo que pasa politica, social
y económicamente hablando."
Davey D.
"Keep in mind when brothas start flexing the verbal skillz,
it always reflects what's going on politically, socially,
and economical/y."
--Musician Davey D
El rap de hoy día brilla gracias a su origen cultural en la joven clase obrera afroamericana – v. g. Africa Bambaata – , sus raíces en la tradición africana, su función como portavoz de un grupo infrarepresentado, su crecida popularidad y su posterior comercialización industrial. El potencial político del rap proviene de la función de sus predecesores, los juegos de rimas afroamericanos, como formas de resistencia a un sistema de opresión y esclavitud. Por ello, estos juegos de rimas establecieron las relaciones raciales entre los esclavos afroamericanos y los amos americanos que permitían criticar a los sospechosos capataces.
Además, les permitían utilizar su creatividad para facilitar inspiración y entretenimiento. En concreto, los raperos conscientes del panorama social disienten de la actitud y los ideales propagados por la cultura mainstream, pero su logro tiene sus limitaciones. Como normalmente crean música de cascos, y no para la radio de masas, generalmente tienen menos éxito que sus compañeros del mainstream. Con la excepción de algunos, como Nas, los artistas sociales se ven apaleados en los gráficos económicos por sus homólogos más populares. Sin embargo, en España, asistimos asombrados a la reconversión del rap social y político en el máximo referente de la música en general. Dice mucho de estos raperos su forma de doblar el lenguaje y hasta de jugarse el pellejo, pues no sólo crean ritmos clásicos o alternativos para críticar a la derecha española sino también para hacer referencias tanto a grandes de la poesía como Lorca y Hernández como a humoristas polifacéticos como Gila y luchadoras como la Pasionaria. En esta parcela, podemos destacar a Los Chikos del Maíz y Pablo Hasel; con su rap se muestran críticos ante el lado más oscuro y pantanoso de la sociedad española, las sucias guerras de los Estados, la mal llamada globalización, las revoluciones latinoamericanas y un largo etcétera.
Además, les permitían utilizar su creatividad para facilitar inspiración y entretenimiento. En concreto, los raperos conscientes del panorama social disienten de la actitud y los ideales propagados por la cultura mainstream, pero su logro tiene sus limitaciones. Como normalmente crean música de cascos, y no para la radio de masas, generalmente tienen menos éxito que sus compañeros del mainstream. Con la excepción de algunos, como Nas, los artistas sociales se ven apaleados en los gráficos económicos por sus homólogos más populares. Sin embargo, en España, asistimos asombrados a la reconversión del rap social y político en el máximo referente de la música en general. Dice mucho de estos raperos su forma de doblar el lenguaje y hasta de jugarse el pellejo, pues no sólo crean ritmos clásicos o alternativos para críticar a la derecha española sino también para hacer referencias tanto a grandes de la poesía como Lorca y Hernández como a humoristas polifacéticos como Gila y luchadoras como la Pasionaria. En esta parcela, podemos destacar a Los Chikos del Maíz y Pablo Hasel; con su rap se muestran críticos ante el lado más oscuro y pantanoso de la sociedad española, las sucias guerras de los Estados, la mal llamada globalización, las revoluciones latinoamericanas y un largo etcétera.