domingo, 16 de marzo de 2014

Eric Clapton Rock. De como agrandar una Sratocaster.

La guitarra que nació blues y vive Rock and Roll. El alto honor de ser uno de los grandes de la música que conocemos más de cerca.

Estaba Inglaterra de enhorabuena, corría el 3 de mazo del 45. Sosegado, tranquilo y con inclinaciones al arte desde muy joven. Estaba de enhorabuena  la música en el año 58. Eric Clapton optaba definitivamente por la música. Ese año estrenó una Spanish Hoya en la que su abuela se gastó catorce libras. Estaba de enhorabuena el blues. Eric Clapton lo había elegido para investigar los sonidos que terminarían haciéndole inconfundibe, indispensable. Jimmy Reed, Big Bill Broonzy, Muddy Waters y tantos otros que sembraron en él la pasión por el blues que desencadenaría en locura del rock, también estaban de enhorabuena. Y es que no se puede concebir el rock and roll sin una de las expresiones más fuera de lo normal que se haya conocido. No solo guitarra. Un virtuoso del instrumnto. No solo guitarra, también una increíble facilidad para componer que ha representado y lo segirá haciendo los sonidos más puramente auténticos. The Roosters, y después Yardbirds con los que sabría a qué sabía el éxito y conocería el sobrenombre con el que hasta hoy es conocido aún. "Slowhand". Desencantos con esta banda hicieron que le pasase poco tiempo después
lo que es considerado por muchos la mejor decisión que tomó en toda su vida. John Mayall´s Bluesbreackers, y surge Cream, el primer grupo enorme en la historia del rock. Se separan en 1968. Parece ser que Jack Bruce y Ginger Baker no pasan por el mejor momento de su relación profesional y personal. Se acaba John Mayall´s Bluesbreackers. Hay una pequeña etapa en la vida de Eric Clapton en la que no me atrevería a afirmar quien de los dos tuvo más suerte de encontrar al otro. Una colaboración en "All Things Must Past" con el grandísimo George Harrison quedará para la historia como uno de los dúos que pudieron habernos regalado págias tan brillantes de haber claborado más amenuto o quizá haberse unido para siempre. Otra época crucial fue la grabación y gira con la Banda de Delaney y Bonnie de un álbum llamado Eric Clapton, que contenía clásicos suyos como "Let it Rain", "Blues Power" o "After Midnight". También él tiene su estapa osura anotada en el anecdotario para olvidar siempre. Su relación con las drogas, la casi imposible carga de no haber soportado la muerte de dos de sus pilares fundamentales, su padre y su íntimo amigo Jimmy Hendrix, y una tendencia a la depresión que le dejaría fuera del mundo público durante un tiempo, dejándose ver en raras ocasiones. Solo se recuerda de aquella época apariciones en conciertos con Harrison y poco más.
La acupuntura le saca según sus biógrafos del infierno de las drogas. Después Ocean Boulevard, que incluía una versión de I Shot The Sheriff de Marley, y más tarde en 1975 One in Every Crowd, y E.C. Was Here, y No Reason To Cry en el 76. Reventar el mercado como autor individual sucedería con Slowland. Otro parón fruto de quién sabe si fue una bajada de guardia o una necesitad vital. El alcohol sería el encargado en este caso de apartarle de la escena otro tiempo. Pero los genios siempre vuelven y en 1980 nos regala un directo muy complicado de superar: One Night, que fue grabado en Japón en el 79. Another Ticket, otro filón para las radios que llega a colocarse en el Top 10 con el single "I Can´t Stand It". Los noventa, la década de la consagración de la tranquilidad de este maestro, pasando al altar de los tocados por la divinidad de la música en el 93, su año de los premios. Seis Grammys en el año anterior con Umplugged, su bandera,  la entrada en el Rock & Roll Hall of Fame como integrande de Cream. From The Cradle, un trabajo completamente blues que tiene la particularidad de haber sido y serlo hasta ahora el disco blues más vendido de la historia. Pilgrim, otro hito más para el monstruo de la stratocaster. Un disco homenaje  a Robert Johnson, el perteneciente a los poetas malditos del que hablabamos en uno de nuestros artículos, "Me and Mr. Johnson". Un álbum con BB. King que forma ya parte de lo que no se puede pasar por la vida sin haber escuchado. "Layla", compuesta en el año 1982, y el aniversario de su composición fue la que dio el pistoletazo a un recopilatorio de 35 temas con todo lo mejor de su carrera, un homenaja a Patty Boy, la mujer del desaparecido ya George Harrison, y que después se convirtió en su esposa, es lo último a lo que hago referencia hoy aunque Clapton y su inseparable Stratocaster nos segirán hasta el fin de nuestro días.