martes, 8 de abril de 2014

Otro bindis por la creación musical. Otro brindis por la cultura que nos regaláis. El gran brindis por todos los músicos.

Clave de Sol brinda por vosotros.

Seguimos apostando por lo mismo, por el dios pequeño, el de las pequeñas cosas, el de las grandes, como la música y como vosotros, los músicos.

Algo personal. Hay días en que este humilde articulista anda divagando entre temas sobre los que contar algo. He de decir que siempre, hasta ahora, he encontrado (a veces in extremis) el argumento central, ese que a mí me hace sentir algo. De lo contrario pasarían días sin llenar estas entradas. Pero hoy es quizá más fácil que en otras ocasiones. Desde esta mañana tenía claro sobre lo que iba a escribir. Otra vez sobre vosotros, músicos, rockeros, amantes y practicantes del soul, del blues, del jazz, del hip hop, de la música clásica y la canción de autor, del pop, del indie, y de todo cuanto signifique llevar con dignidad el hecho de convertir lo que los demás piensan, no hacen y además se permiten la licencia de criticar, en sonidos propios. Sobre vosotros que sabéis como nadie el trabajo que cuestra mostrar al público un proyecto propio, pasando por encima de esos críticos a los que yo siempre deseo que se queden cojos de las tres piernas, por encima de entrevistas zafias, de cumplimientos sin el corazón suficiente para que el mismo impulso de las ganas y de la confianza se lance potente el mensaje de que la música está más viva hoy que ayer, y mañana seguro que más que hoy. Un escrito para vosotros y para el equilibrio necesario entre música y medios, entre música y una radio que desde su misma aparición ha confiado, y lo sigue haciendo, en que la música que tenemos más cerca nada tiene que envidiar a la que nos venden por masas en televisión, en otros programas de radio como si fuesen únicos. Nada que envidiar a nadie. Porque en música no está todo inventado, ni mucho menos, ni en radio tampoco, ni en televisión.
Por eso y solo por eso, y el motivo es muy grande, aquí estamos, con vosotros y por vosotros, porque sin eso, sin vuestras ganas de hacer música, de regalar melodías, de salir de algo que se hace por cumplir y querer entrar en algo que merece ser la pena olfateado, saboreado y vivido por ser lo que llena nuestras almas. No pretende ser este artículo ninguna crítica, como muchos ya lo han sido, sino un soplo de aliento, y el ofrecimiento de que seguimos aquí, de que seguiremos, de que si algún día nos vamos seguro que quedará alguien que recogerá nuestro testigo y caminará de vuestra mano hasta donde den las fuerzas. No quiero nombrar bandas, cantautores, cuartetos, dúos ni quinteros, dj´s ni Mc´s, ni a nadie con su nombre por el deseo de no dejarme absolutamente a nadie. Sois grandes y vuestro esfuerzo merece la recompensa justa. Quizá hayamos tenido la tentación, a parte de dedicarnos a difundir hasta donde nos es posible la música, de bajar el pistón a la hora de proponer nuestra propia forma de ver la sociedad, la política y la vida misma, de restar algo de acidez a Clave de Sol, pero al final se ha quedado solo en la tentación. Sí, porque creemos en el programa y en La Revista, que no tendríamos la misma legitimación si renunciasemos a intentar llamar a las cosas por su nombre a la hora de defender la creatividad de quien la destruye, de apostar por la buena gente en lugar de hacerlo sobre seguro por quien con dinero paga la fama y en la mayoría de las ocasiones hasta las  propias carencias artísticas. Por eso Clave de Sol 5.3 siempre estará aquí para ser usado como queráis, para crear, recibir y difundir creaciones. Podría en este mismo instante jurar, y de hecho lo hago que estaría escribiendo muchos días en el mismo tono, pero creemos que es bueno que vosotros, a quien va dirigido esto, terminéis de escribir, para bien o para mal el final que más oportuno consideréis. También estáis invitados vosotros, críticos faltos de cojera de las tres piernas, los que sangráis a los músicos por hacerles entrevistas y publicarles críticas, a los que defendéis a la gran empresa privada y os da miedo pedirles patrocinio por que sabéis que en el fondo no sois ni la mitad de buenos de lo que creéis. Porque es mejor estafar a los músicos ¿no?. Porque quizá una de esas grandes empresas dan miedo. Pues no deben dar miedo. Nosotros, los medios de difusión debemos estar tan seguros de defender nuestro proyecto en el ámbito más cercano como ante ellos, ante los gerifaltes de los dólares y los euros. Por todo eso y por mucho más Clave de Sol 5.3 brinda con el mejor líquido por la música en mayúsculas y por todos y cada uno de los músicos de este país y del mundo. ¿Que somos grandilocuentes en exceso? Quizá sí. ¿Y?,...........