domingo, 20 de abril de 2014

"Kronos", lo último de Darknoise: Trabajo, investigación y alternativas a lo convencional.

Existe otra forma de llamar a la música. En esta ocasión para hablar de DARKNOISE Y "KRONOS", su último trabajo yo voy a elegir dos: trabajo y sacrificio y sin miedo a equivocarme también hablaré de resultados.


Hay formas de definir un estilo musical. Miles diría yo. Muchas bandas hay también que son partidarias de bautizar con un nombre su estilo, periodistas que cogen esa pregunta como recurrente, y personas que disfrutan mostrando sus conocimientos musicales hablando de si esto es metal sinfónico mezclado con ciertos toques de no se qué, o es blues con reminiscencias del jazz clásico pero a su vez con toques ocasionales de funk. Esto para mí carece, no de validez, por supuesto, pero sí de importancia para lo que yo considero que es innovación (estilo llaménle el que quieran, y si no le llaman mejor). Innovación para quien lo quiera y para quien no también. Perfil que cumple a la perfección Darknoise. Sí que podemos hablar de características absolutamente propias en cuanto a composición, en cuanto a música y sobre todo en cuanto a sentido en todo lo que rodea a "Kronos", su último disco. Una banda que lleva diez años sin cambiar ni uno solo de sus componentes, que afirma que apostar por su música es como tener lo que uno más quiere y que disfruta cada vez que se sube a un escenario o pisa un estudio de grabación, es como mínimo merecedora del respeto que supone no tratar de opinar sin haber escuchado lo que hacen.
Y lo hacen dejando el resto de sus conocimientos musicales, de su voz y de lo que ellos consideran que es el alma de cualquier músico, el respeto a la música y a las diferencias por encima de cualquier cosa. "Kronos" supone una verdadera revolución encuanto a sonido, letras, estribillos y carácter de reivindicación y protesta con respecto a su anterior trabajo "Insomne". Parecen dos formas diferentes de entender el sonido, aunque no dejan de ser un rock and roll experimental los dos casos. Pero "Kronos" es algo más, es protesta, es conjunción musical, es rock con un carácter industrial, alternativo, algo nuevo que deja a la libre elección de quien escucha la presión de buscarle un nombre. A punto de rodar el próximo videoclip aún podemos sentir la sensación de necesidad de ver una y otra vez más el primero, el que pertenece a su primer single "Chemtrail", un efecto devastador de lo natural convertido en una metáfora que borda la situación de agobio a la que estamos sometidos día a día. Un intenso solo de batería de efecto casi espacial abren Chemtrail, largos sonidos metálicos tran profundos como la situación de la que hablan. -Esclavizar un pueblo- es uno de los versos de este tema que no es ni más ni menos el que representa el carácter global del disco. Sacrificio, No Volverá, temas que nos muestran afilados riffs, guitarras solistas y rítmicas como en todo el disco, que se enzarzan en una pelea limpia y que logran equilibrar la armonía que ofrece este trabajo. Un bajo potentísimo, una batería con un pedal que roza la locura, que es ni más ni menos lo que marca quizá cierta parte del contenido de "Kronos", la locura de no saber lo que hay a la vuelta de la esquina pero la seguridad de que sin lucha no lograremos ni siquiera avanzar un centímetro para poder comprobarlo. Ellos: Jesús Maciá (Voz), Antonio Murcia (Guitarra), Luis Armero (Bajo), Claudio Casas (Guitarra) y José Tudela (Batería), son capaces en un escenario de aplastar los moldes de los sonidos establecidos como típicos de una zona geográfica o de una forma de hacer música en concreto. "Kronos" y "Darknoise" representan la diferencia, el salto de calidad, el trabajo, el sacrificio, y al fin y al cabo todo lo que termina en traducirse como eso que a penas nadie se explica pero a lo que no te puedes negar a escuchar una y otra vez. Como la buena literatura, cada oportunidad que le concedes a "Kronos" disfrutas de un matiz diferente. Enhorabuena.