Cuando una imagen se convierte en poesía, en rock, en sentimientos y lucha feroz en movimiento, cuando existe la suerte de tener a alguien que sepa captar esa foto.
Fotografía de Jose Lara. Romper la Costra. |
Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas. Qué fácil es todo, qué fácil debería ser todo si mucha más gente supiese fotografiar la libertad. Qué fácil es escribir sencillo y claro cuando cuentas con alguien que ya lo hace. Cuando cuentas con alguien que, como Léa Nath, ya lo hace. Es menos complicado decir que el honor no es un término en deshuso cuando tienes a tu lado a Jose Lara, cuando cuentas también con su objetivo. Es un camino de flores entre la nieve. O una sola flor, qué mas da. Es como la libertad. Es escapar de la rutina y buscar la huida, y poner enfrentados la lucha contra los barrotes de la incomprensión y la marcha hacia adelante más absoluta. Y al fin y al cabo, como no es complicado, la música y la palabra están detrás de esta foto de Jose Lara. Palabras como las que te puedo regalar a cualquier hora del día, unas grises y oscuras, de gritos profundos y ahogados, como desde la más húmeda de las celdas, desde una jaula con barrotes invisibles pero que oprimen sin compasión. Como "The Cage", como la jaula,
como Sonata Arctica nos la plantea, con riffs de guitarra pesados, con la profundidad del abismo y la del power metal hermanadas irremediablemente. Una costra seca que aplasta la posibilidad de que la hierba pueda ver la primavera. También como la frescura, como la flor que crece y expande el aroma, el sudor y su gama de colores por encima del bien y del mal, de la costra y las dificultades, por encima del ahogo. Como J´y Suis Jamais Alle, como el rostro de la intensidad inocente del amor y el triunfo de lo pequeño, como otro dios más sublime que la misma flor, como el rostro que la canción complementa en una cinta memorable por bella, Amelie. Es la eclosión de la contradicción, del enfrentamiento del bien contra el mal, de lo tenebroso contra los días claros. Es de justicia llamarle suerte al encontrar a Jose Lara, y también lo es tener el privilegio de poder plasmar con su beneplácito lo que es un hermoso canto más a lo imprescidible, a la lucha, la superación, las ansias de ser libre. Esta fotografía ya acompañará para siempre en forma de esos pequeños gestos la vida de quien sepa ver lo fácil que es todo, o que deberría ser, si mucha más gente supiese fotografiar la libertad. Las barreras que no existen cuando se es tan libre que se puede defender la alegría.
como Sonata Arctica nos la plantea, con riffs de guitarra pesados, con la profundidad del abismo y la del power metal hermanadas irremediablemente. Una costra seca que aplasta la posibilidad de que la hierba pueda ver la primavera. También como la frescura, como la flor que crece y expande el aroma, el sudor y su gama de colores por encima del bien y del mal, de la costra y las dificultades, por encima del ahogo. Como J´y Suis Jamais Alle, como el rostro de la intensidad inocente del amor y el triunfo de lo pequeño, como otro dios más sublime que la misma flor, como el rostro que la canción complementa en una cinta memorable por bella, Amelie. Es la eclosión de la contradicción, del enfrentamiento del bien contra el mal, de lo tenebroso contra los días claros. Es de justicia llamarle suerte al encontrar a Jose Lara, y también lo es tener el privilegio de poder plasmar con su beneplácito lo que es un hermoso canto más a lo imprescidible, a la lucha, la superación, las ansias de ser libre. Esta fotografía ya acompañará para siempre en forma de esos pequeños gestos la vida de quien sepa ver lo fácil que es todo, o que deberría ser, si mucha más gente supiese fotografiar la libertad. Las barreras que no existen cuando se es tan libre que se puede defender la alegría.
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
MARIO BENEDETTI.
*Este artículo ha sido posible gracias a la fotografía de un grande: Jose Lara, y a la sensibilidad que da la lucha, la superación personal y el coraje de vivir de cara.