viernes, 14 de marzo de 2014

George Harrison. La promoción de oro y genios de Liverpool "El Genio".

Revista especializada en quien no tuvo lo que se mereció plagia para no escatimar en verdades. George Harrison: "The Dark Horse".

Nació en Liverpool un 25 de febrero de 1943. Uno de los genios de la misma ciudad según la gran infinidad de críticos y más merodeantes que escriben por ahí, peor yo diría que fue "El Genio". Van a ser difíciles de contener las ganas de reproducir en este artículo algún tema de los que cualquiera puede presumir de catalogarlos de obras maestras sin miedo alguno a equivocarse, pero La Revista es Grande y en ella cabe todo lo que de diferente tenga cualquier alma que ha andado levitando por los grandes mundos de la música, y en otro hueco de nuestro Clave de Sol tendrás muy pronto, George, nuestro postrar de rodillas ante lo que has representado para los amantes de verdad del rock auténtico y con personalidad. George se une a The Beatles de la mano de Paul McCartney y allí estuvo hasta la disolución
de la megamítica banda. Supo participar en "Las Noches de Hamburgo", en las tocatas de clubs de baja estofa, así como en las sesiones de La Caverna. A pesar de ser el mejor compositor de su tiempo -demasiado arriesgar pero me la juego-, se vio eclipsado por la otra pareja que formaban Lennon y su anfitrión McCartney. No es de extrañar que llegase el momento en que,  llamémosle nosotros como queramos, a él le gustó denominarse el Caballo Negro de The Beatles, The Dark Horse,
en clara alusión a una máxima de la tierra de su retiro espiritual y físico, India. A cualquiera, y más aún a los que le idolatran de una forma casi irracional se le puede ocurrir escribir sin más como poseído por el arte automático de los locos, pero a mí en este caso (de todos es conocido mi afán de plagiar), sin la necesidad de aportar más literatura que la de un texto periodístico de primera magnitud como lo es una entrevista, lo que más me apetece es hacerme regalar mi pluma pobre con la transcripción textual de una de sus últimas entrevistas, en este caso concedida en España a El País en el año 2000. Sirva este dejar caer mi pobreza dialéctica en lo escrito para que alguien en algún momento de su existencia recuerde que existió también vida después de The Beatles y Paul. 
Pregunta. ¿Le parece que ha conseguido aportar algo nuevo a un disco compuesto en 1970, cuando los Beatles acababan de romperse y su vida pública estaba a punto de cambiar para siempre?
Respuesta. El álbum tiene 23 canciones y el mensaje de paz emanado de una de ellas, My sweet Lord, sigue vigente. Incluso me parece más relevante hoy, cuando la teconología, el estrés y el materialismo nos han vuelto a todos locos. Es una sola canción, ya lo sé, pero los coros cantando Aleluya y Hare Krishna son una especie de llamamiento a la cordura y a la vuelta a Dios, cualquiera que éste sea. Sin ese aspecto espiritual, la vida actual sería para mí una experiencia hueca que fuerza a los menores a crecer demasiado rápido y donde nadie sabe poner barreras a nada. En este sentido, My sweet Lord trataría de convertirse en un canto a la esperanza y una advertencia de que hay algo más y no sabemos verlo.
P. ¿Qué ha añadido a la nueva versión desde el punto de vista musical?
R. Es una canción controvertida y me inspiré en el tema He's so fine, de los Chiffons. Quería hacer algo tan estimulante y arrebatador como eso. Lo que hemos añadido ahora son guitarras nuevas para compensar el eco de las de los años setenta. También hemos unido los coros originales a la voz de la vocalista Sam Brown, que me apoya cuando canto. El resultado es familiar, suena parecido, pero los arreglos son diferentes. Lo mismo ocurre con Isn't it a pity, que tiene dos versiones, ambas incluidas en el compacto.
P. Su hijo Dahny ha colaborado en la grabación. ¿Le parece que tiene talento para la música?
R. Cuando volvía de la universidad se ponía a tocar la guitarra con nosotros. Posee una bonita voz y no lo hace nada mal, pero de momento, con 22 años, está en la universidad. Siempre me ha resultado doloroso ver cómo hijos de artistas famosos, Julian Lennon incluido, se veían obligados a demostrar que eran mejores que nadie y no les pesaba el legado paterno. Esta industria es despiadada y me parece que Dahny lo sabe muy bien.
P. La tapa del disco no está lista, pero parece que ha sido remozada también.
R. En la careta original yo aparecía sentado en el jardín con unos enanos. Hemos añadido un tramo de autopista sobre mi cabeza, unas industrias contaminantes con sus chimeneas escupiendo humo y unos edificios propios de las ciudades dormitorio. Una parábola, si se quiere, del caos en que vivimos.
P. Su álbum Claud nine le valió en los años ochenta un disco de platino y unas ventas millonarias. También fue número uno en Estados Unidos con Got my mind set on you, por no hablar del legendario Concierto para Bangladesh. A pesar de ello, no se le consideró un buen compositor durante años.
R. Cuando estaba en los Beatles resultaba muy difícil meter baza. Paul McCartney y John Lennon tenían un talento indudable y formaban un buen dúo, pero eran también dos tipos con un ego mayúsculo y dejaban poco espacio a los demás. Cuando escribes una melodía solo y ésta tiene algún fallo o podría mejorarse, nadie te ayuda. Y yo componía por mi cuenta. Ellos se compenetraban. Por otra parte, mi carácter es pacífico, no soy de los que se enfrentan. Es como si echas una piedra en un estanque: cuando llega la onda los peces se apartan. Pero sí, me sentí ignorado, poco valorado durante años. Ya lo he superado, de todos modos.
P. ¿Qué le parecen hoy las canciones de los Beatles. Las suscribiría todas?
R. Vistas con la perspectiva de los años, hay que reconocer que no todas las melodías de entonces eran buenas, ni mucho menos. Desde la ruptura, yo he escrito canciones tan buenas o más que las mejores de los Beatles. La diferencia es que las del grupo, por el fenómeno de masas en que se convirtió, eran aupadas al número uno de cualquier lista en cuestión de días.
Un homenaje a mi gran amigo Alberto Frutos, adicto a George y The Beatles, director y presentador en Metrópolis FM de "A día de Hoy" y "El Submarino", amén de su encomiable faceta de redactor y presentador de los resúmenes de noticias del día con Paco García en De Ahora en Adelante.